sábado, 2 de febrero de 2013

FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR Y DÍA DEL CONSAGRADO EN EL VICARIATO DE PUYO.

FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR Y DÍA DEL CONSAGRADO EN EL VICARIATO DE PUYO.


El 2 de febrero se celebró con gozo la fiesta de la Presentación del Señor y fiesta de las Candelas.
En la catedral el Sr. Obispo presidió la solemne eucaristía, que inicio con la bendición de las velas seguida de la procesión por el claustro de la catedral, con la participación de los fieles asistentes con sus velas encendidas.

En la homilía el Sr. Obispo, a la luz de la palabra, invitó a ofrecer a Dios nuestra vida, como Jesús y la Virgen María lo hicieron, para ser luz en medio de la oscuridad de nuestro mundo, dando testimonio de la verdad como el sacerdote Simeón, donde el anuncio a María nos hace saber, que si queremos identificarnos con Cristo luz de los pueblos, seremos signos de contradicción en el mundo, bandera discutida para que quede clara y al descubierto, la actitud de muchos corazones .

Y en este año de la fe, podamos como Ana hablar a todos, de Cristo, luz de las naciones, con nuestras palabras y nuestras obras. Siendo signos creíbles ante los desafíos de nuestra sociedad.

En este día del Consagrado en la Iglesia Universal, Felicitaciones a todos y todas que respondieron a la llamada por la vida consagrada y trabajan hoy en nuestra Iglesia misionera.

Son 16 congregaciones diferentes las que hoy trabajan en nuestra Iglesia Misionera de Puyo, agrademos a Dios por esta bendición, y le pedimos al Señor les de la gracia de la fidelidad a sus compromisos, y les conceda vocaciones de jóvenes que quieran seguir sus huellas. Ellos se reunieron en la capilla de S. Francisco en el Barrio de Plaza Aray para agradecer a Dios por su vocación con la eucaristía, y después en el almuerzo fraterno en Achacaspi. Que Dios les bendiga a todas y todos consagrados.


Valoremos el trabajo apostólico y evangelizador que realizan en la Construcción del Reino de Dios, llevando a la práctica en sus vidas, los consejos evangélicos de Jesús, pobreza, castidad y obediencia. Además de su vida comunitaria signos de identidad de la vida consagrada.



Monseñor Rafael Cob García


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