DIA DE LOS DIFUNTOS

DIA DE LOS DIFUNTOS

02 de noviembre de 2013. En este día todos nos congregamos a visitar las tumbas de nuestros difuntos, ponerles flores, rezar por ellos a Dios, todo es manifestación de cariño y de fe. Quizá como dice el refrán, nuestro cariño lo debemos manifestar en vida hermano en vida, y ciertamente cuando tenemos muestras de caridad y de solidaridad y de cariño por los demás mientras viven en esta tierra, el mérito de nuestro obrar es para el que lo hace o realiza, y el futuro para el que lo recibe, después de que se han muerto ¿qué podemos hacer por ellos? las flores que llevamos pueden mostrar nuestro recuerdo de cariño pero es valorable para su salvación, no les van a salvar las flores materiales, se marchitarán en la tumba, muchos pueden llorar por el bien que no hicieron a sus seres queridos mientras vivían a su lado, pero hoy de manera especial es el momento para nuestra oración por ellos, por nuestros difuntos, para que Dios les dé el descanso eterno en el cielo. Hoy es el momento para reflexionar sobre el sentido de la vida, sobre la brevedad de la vida, sobre lo pasajero y peregrino de la vida humana, y sobre la eternidad después de la muerte, el momento para pensar en ese momento crucial de la vida que llamamos muerte, nada más actual y nada más real que la muerte, ¿qué piensas mas allá de la muerte? Misterio, duda certeza? Para los ateos quizá se enfrentarán con la nada. Para los creyentes no es el punto y final, sino el punto y seguido. Porque creemos no solo en que Cristo murió sino en Cristo resucitó y venció a la muerte, eso nos lo dice la fe y la palabra de Dios. Un hombre sin fe es un hombre sin esperanza. Los creyentes sabemos que Jesús nos habló y nos dejó dicho “voy a prepararos un lugar, en la casa de mi Padre hay muchas moradas y si no fuera así, no os lo hubiera dicho. El que cree en mí aunque haya muerto vivirá y todo el que vive y cree en mí no morirá para siempre. Yo soy la resurrección y la vida. Estas palabras para nosotros no son solo consoladoras son fundamento para nuestra fe, en este año de la fe Cristo, con su resurrección nos fortalece y nos invita a ser luz en medio de tanto dolor y oscuridad. Por ello en este día sabemos que nuestros difuntos viven, oramos por ellos y confiamos que podemos un día volvernos a encontrar y vivir con ellos en la eternidad. Por eso hoy nuestra mejor ofrenda a Dios es nuestra fe y nuestra oración por nuestros difuntos, oración que no se marchita sino que se eleva al cielo para alcanzar la misericordia divina de Dios. Oremos con fe y vivamos de tal manera que cuando Dios nos llame sea para vivir con El en el cielo.

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