sábado, 20 de octubre de 2012

LANZAMIENTO DEL AÑO DE LA FE

LANZAMIENTO DEL AÑO DE LA FE Y LAS SANTAS MISIONES POPULARES
Vigilia del Domund 2012
Puyo 20 de octubre
DAR RAZON DE VUESTRA FE

Queridos hermanos/as misioner@s laicos comprometidos venidos de las distintas parroquias de nuestra Iglesia Católica.


Hoy nos sentimos muy contentos de poder compartir juntos, este acontecimiento eclesial, de iniciar en nuestra Iglesia del Vicariato de Puyo, este Año de la Fe, que el Papa Benedicto inauguró en días pasados en Roma y a la vez hacer también hoy, el Lanzamiento de las Santas Misiones Populares, sin duda, serán una bendición de Dios para todos los cristianos y para el mundo entero. Donde cada parroquia y cada uno de los que creemos en Cristo Jesús, tenga la oportunidad de redescubrir su fe como nos dice el Papa, y llegar a la conversión personal y comunitaria, para ser, los discípulos misioneros que necesita hoy nuestro mundo y con ello, hacer que todos los pueblos conozcan y tengan la vida en plenitud que Jesús nos ha traído para todos.



Año de la fe


El Papa nos recordaba cual fue el motivo por el que convocaba este año de la fe, dentro del marco de cumplirse los 50 años del Concilio Vaticano II y de los 20 años del Catecismo de la Iglesia católica fruto del mismo, juntamente con el inicio en este mes del Sinodo de la Nueva Evangelización.


La preocupación del Papa desde el inicio de su pontificado decía en su carta Porta Fidei “he recordado la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo. La Iglesia en su conjunto y en ella sus pastores, como Cristo, han deponerse en camino para rescatar a los hombres del desierto y conducirlos al lugar de la vida con el Hijo de Dios, Aquel que nos da la vida en plenitud”

Si amigos y hermanos, hoy todos somos llamados a ponernos en camino juntos, unidos por la misma fe, el mismo bautismo, ricos y pobres, sabios e ignorantes, niños y viejos, jóvenes y adultos, juntos por el mismo sendero, para como aquel pueblo peregrino en el desierto, para llegar a la tierra prometida que Jesús nos ha traído, su vida en plenitud. La fe de este mundo pareciera que ha entrado en crisis, para la vida de muchos cristianos, la fe de muchos está como lámpara que se apaga por falta del aceite de la gracia y del amor de Dios. La fe que con frecuencia es negada por muchos y otros la ocultan, la fe que ha sido adulterada que ha querido ser vivida acomodándose al capricho personal o comunitario, ¿Qué es la fe para ti? Con la fe no podemos jugar, hoy me conviene así y mañana de otra manera, la fe tiene unas exigencias claras que implican a toda la vida ¿hoy te pregunta como pregunto Jesús? ¿También vosotros queréis marcharos? ¿podrás decir como Pedro ¿a dónde Señor iremos, solo tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído que tú eres el Hijo de Dios.

Nos recordará el Papa que no podemos dejar que se oculte la luz de la fe, ni podemos dejar que la sal se vuelva sosa. Debemos descubrir de nuevo el gusto por el alimento de la Palabra de Dios trasmitida fielmente por la Iglesia, gustar el alimento del Pan de la vida ofrecido en la Eucaristía por los que son sus discípulos.

Mucha gente camina sin saber a dónde va desorientada, mucha gente como los discípulos de Emaús están desilusionados, van tristes y sin esperanza por el camino, muchos cayeron en la rutina, otros peor, en la indiferencia, otros perdieron la conciencia del pecado y viven en el engaño de un mundo sin valores, que vuelve la espalda a Dios, un mundo insatisfecho ambicioso y violento que destruye las vidas
Este año de la fe es una invitación a una autentica y renovada conversión al Señor. Un día atravesamos la puerta de la fe con el bautismo, por el fuimos sepultados en la muerte del pecado y fuimos resucitados en la vida nueva de la gracia, se nos regalo la vida en Cristo, debemos tomar conciencia de nuestra fe, reanimarla, purificarla, para confirmarla y confesarla, mucha gente se preocupa de las consecuencias sociales de los hechos y se olvidan de la necesidad de testimoniar su fe, no es algo privado, la fe se hace pública, por ello la tenemos que manifestar, confesarla con nuestra vida coherente de cristianos, no puede haber una doble vida, encender una vela a Dios y otra vela al diablo, es necesario vivir en la verdad que nos hace libres, no dejarnos engañar, no traicionar nuestra fe o apostatar de ella, no hacer como picaflor, ir de Iglesia en Iglesia, pensando que así vamos a justificar a nuestra conciencia, porque no me dieron lo que pedía, o no me atendieron como yo quería y me aleje o me enfade como un crio cuando no le dan el juguete que pide.

Debemos conocer nuestra fe , celebrarla y vivirla, por ello las Santas Misiones Populares que hoy iniciamos será el medio providencial que Dios ha puesto en nuestras manos para salir de nuestra ignorancia, para que no nos dejemos manipular, como diría S. Pablo insensatos gálatas “acaso hay otro evangelio distinto del de Jesús que os anuncie?, solo hay uno y yo os le enseñe. Las Santas misiones Populares nos enseñaran a redescubrir a este Cristo a través de su palabra luz para nuestro camino. Nos ayudará a formarnos todos en esa formación permanente que necesita el cristiano.
Debemos celebrar nuestra fe, con alegría, con entusiasmo como cuando se reúne toda la familia para festejar la fiesta del padre junto con sus hijos, sintamos con fuerza ese deseo de Jesús de unidad y comunidad, formando una familia que se reúne para celebrar con alegría su fe cada domingo, en cada eucaristía Dios se hace presente, nos invita a su casa, sentido de pertenencia, esa dimensión de comunión eclesial, nunca cederemos a los que pretenda dividir y confundir, las Santas Misiones Populares fortalecerán nuestra fe y nuestro espíritu comunitario, en cada sacramento que recibimos lo celebraremos como familia de Jesús, en comunidad, compartiendo la alegría del encuentro con los hermanos.


Debemos vivir nuestra fe
El año de la fe será la oportunidad para intensificar la caridad y hacer las cosas con amor, no podemos conocer y celebrar la fe y después no comprometernos a traducirla en buenas obras, en comprometernos en construir el Reino de Jesús. ¿de qué le sirve a uno decir tengo fe sino tiene obras? ¿si un hermano pasa necesidad, le decimos aliméntate y abrígate y no le socorremos? la fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe seria un sentimiento a merced de la duda la fe y el amor se se necesitan mutuamente. Y el rostro de Cristo se manifiesta en el hermano, cada vez que lo hicisteis con uno de estos más pequeños conmigo lo hicisteis conmigo “Es la fe la que nos permite reconocer a Cristo y es su mismo amor el que nos impulsa a socorrerle. Las Santas misiones Populares nos ayudaran a no quedarnos en palabrerías, nos ayudaran a no tener una fe vana y vacía sino a dar frutos del amor de Dios.

La fe nos debe hacer misioneros. Anunciar y comunicar a los demás nuestra fe. Este año de la fe es un impulso evangelizador como diría Pablo :” el amor de Dios nos urge e impulsa a evangelizar ¡ Ay de mi si no evangelizo.
El compromiso misionero de los creyentes nunca puede faltar, nuestra Iglesia católica es por naturaleza misionera, sacaremos fuerza y vigor del descubrimiento cotidiano del amor de Dios que experimentamos en ese encuentro con Cristo, amigo, maestro y salvador, la fe solo crece y se fortalece creyendo y compartiéndola.
Las Santas Misiones Populares nos ayudaran a trasformar nuestras vidas de cristianos mediocres, acostumbrados solo a recibir, a ser solo espectadores en la fiesta, pasaremos de ser evangelizados a ser evangelizadores, a cambiar nuestros barrios, a fortalecer nuestras familias, anunciando con alegría de puerta en puerta, como los primeros discípulos de aquellas comunidades que Vivian de tal modo su fe que su testimonio arrastraba y decían los demás “mirad como se quieren “ verán en nosotros hombres y mujeres nuevos, los discípulos misioneros llamados a llevar la vida en plenitud a todos los pueblos, como pediría Jesús: “Id por todo el mundo y anunciad el evangelio a todos los pueblos”
Sera una historia nueva, la historia que Jesús quiere que hoy iniciemos, con nuevo ardor, con nuevos métodos, con creatividad y constancia, poniendo nuestra mirada fija en El, en Jesús, en María la discípula misionera por excelencia, la que vivió de la fe y la que anuncio y compartió su fe, en los apóstoles que dejaron todo por seguir al Maestro, que escucharon su llamada y le siguieron, que se quedaron con él para aprender del maestro, escuchar su palabra para anunciarla después .
En esta vigilia del Domund no podemos olvidarnos de los miles y miles de hombres y mujeres que son testigos luminosos de esa fe, que salieron de su tierra como Abrahán guiados por la fe, que dejaron su patria y su casa para sembrar la semilla de la fe en Jesús, que han dado la vida por ser coherentes con su fe, en Asia, en África, en Europa y también en América, toda una historia de tantos mártires misioneros, como Mons. Alejando e Inés en nuestra tierra amazónica, que con la entrega de su vida se han convertido en indicadores en medio de los múltiples caminos del mundo, cual es el que lleva a la verdadera vida , indicaron la fuente que sacia la sed de amor que es Dios, el hambre de felicidad que solo la da Cristo muerto y resucitado.
Decía el Papa: “que tratando de percibir los signos de los tiempos, lo que el mundo necesita de manera especial es el testimonio creíble de los que iluminados en la mente y en el corazón por la palabra de Dios, son capaces de abrir el corazón de muchos a la vida verdadera, esa que no tiene fin” Estos son los verdaderos misioneros movidos por el Espíritu Santo no por interés personales. Las Santas misiones nos harán misioneros, quiere que todos terminemos siendo estos misioneros creíbles. Cristo misionero nos quiere misioneros.

R.Cob


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