DÍA DEL CONSAGRADO EN CANELOS

DÍA DEL CONSAGRADO EN CANELOS

El lunes 3 de febrero los misioneros y misioneras del Vicariato Apostólico de Puyo celebraron el día del consagrado en Canelos cuna de la misión. Desde donde partían y llegaban tantos misioneros para hacer sus correrías apostólicas a través de la selva visitando las comunidades y evangelizando esta tierra. Hoy siguen llegando misioneros y misioneras de otros países a Ecuador mostrando al mundo que la Iglesia Católica es universal, en nuestro Vicariato de Puyo hay misioneros de 10 países diferentes, lo cual indica que en la Iglesia nadie es extranjero y tenemos un corazón sin fronteras. La fiesta inicio con la misa solemne de acción de gracias por los consagrados presidida por el Sr. Obispo de Puyo y concelebrada por todos los sacerdotes asistentes, entre los consagradas cabe destacar la Hna. Socorro Sánchez misionera mexicana, que celebraban el 50 aniversario de su consagración, y el P. Javier Gonzalez misionero colombiano. Que celebraba sus 25 años de vida sacerdotal. Mons. Rafael en su homilía felicitó a los consagrados por su entrega generosa, ¡que sería la Iglesia sin la vida consagrada! , recordando que son un don de Dios para el pueblo, recordando las palabras del Papa que invitó a ser la alegría del espíritu para el mundo tantas veces triste y agobiado, así como la de ser luz como Jesús ofrecido por la Virgen María en el templo, para iluminar las tinieblas que amenazan y oscurecen al mundo. Les invito a luchar contra corriente y ser profetas que con su valentía y coherencia anuncien la Buena Nueva del evangelio siendo auténticos discípulos misioneros de Jesús. Posteriormente el P. Manuel Ruiz, vicario de los religiosos dirigió la reflexión sobre la encíclica del Papa: “El gozo del evangelio”. Después del almuerzo fraterno compartieron asuntos varios de interés para todos, terminando así con gran alegría esta jornada celebrativa y de integración entre los misioneros religiosas y sacerdotes. Pedimos a Dios siga fortaleciendo esta hermandad, muestra de la comunión que vive la familia misionera del VAP.

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