lunes, 17 de febrero de 2014

CUARESMA – PASCUA 2014 Vivir el Ayuno desde La Caridad

CUARESMA – PASCUA 2014
Vivir el Ayuno desde La Caridad

 
Señor acompañado por la sinceridad de corazón, te pedimos: Mira compasivo nuestra debilidad y sostennos con tu misericordia.
“El ayuno que yo quiero es este: Abrir las prisiones injustas, partir tu pan con el hambriento, hospedar al pobre sin techo, vestir al desnudo y no cerrarte a tu propia carne” (Is.58, 6-7) .
Al iniciar el camino cuaresmal, pongo mi mirada en ese Jesús, que movido por el Espíritu, se adentra al desierto del ayuno para prepararse a cumplir la misión que su Padre le ha encomendado.
Quizá la palabra “ayuno”, sea uno de los significados más populares con los que el pueblo identifica el tiempo de cuaresma.
Ayuno, lo relacionamos no solo con lo que Jesús hizo aquellos 40 días que pasó en el desierto antes de empezar su vida pública, al abstenerse de ingerir alimento, sino sobre todo con la palabra “sacrificio”, no comer lo que me gusta por amor a Dios o no hacer lo que me gusta por amor al prójimo, abstenerse de lo que me hace mal o perjudica a los demás, estos supone, ciertamente, para la persona que lo practica, penitencia y sacrificio. Y ello trae consigo purificación de mi vida, fortaleza de mi fe, perdón y bendición de Dios.
Muchas religiones no cristinas tienen también este tiempo de ayuno o abstinencia, en sus prácticas religiosas. Los musulmanes lo llaman Ramadán, nosotros los cristianos, Cuaresma.
En tiempo de Jesús, en la religión judía, en el antiguo testamento la palabra ayuno aparece muchas veces con fuerza, también como signo de reparación y expiación de los pecados: “el día decimo del mes ayunareis… se hará expiación para purificaros” (Lv.16, 29-30). Los profetas van haciendo consciente al pueblo de la necesidad del ayuno, dando un significado más profundo en el modo y en el paraqué del ayuno: “volved a mí de todo corazón con ayuno” (Joel.2, 12). Es un medio de conversión, de volver y agradar a Dios.
El ayuno material ha sido siempre uno de los métodos comunes para purificar y sanar los males del cuerpo. Ayuno también se puede identificar con el significado de austeridad y privarse de lo superfluo, de lo que no es necesario para el ordinario vivir de cada día; este ayuno también sana nuestro espíritu.
Poco a poco se fue desvirtuando la práctica del ayuno en el pueblo de Israel y el profeta Isaías les recuerda cual es el verdadero ayuno que agrada a Dios, “¿no es más bien este otro ayuno el que yo quiero?…dar pan al hambriento, techo al forastero, vestido al desnudo…” (Is.58, 6-7). Es decir practicar la caridad con el necesitado.
En una sociedad como la que vive nuestro mundo, cada vez más individualista, consumista y egoísta, la palabra ayuno como que cae en el vacío y resbala. Las caras que pone la gente al oírlo pareciera que es una invitación que no les cae bien, hacen muecas de disgusto, como de algo con sabor agrio. Quizá algunos, si pudieran sacar la palabra ayuno del diccionario, lo harían, porque no han descubierto ni experimentado la riqueza que trae consigo este sacrificio voluntario del ayuno. En una sociedad egoísta y consumista el ayuno es como un purgante que nos purifica.
Pensemos que en el mundo habrá mucha gente que hacen ayuno material no voluntarios y no forzado, porque otros se comen lo que les pertenece a ellos o derrochan sus riquezas olvidándose que hay millones de personas que mueren de hambre y desnutrición, con los mismos derechos a vivir con dignidad que ellos, como decía el Papa Francisco, esto es una vergüenza para nuestro mundo, que se vanagloria de progreso en el siglo XXI.
Sin embargo, en esta cuaresma sigue resonando la palabra ayuno, ese ayuno que lleva a la conversión, como lo haría el profeta Jonás por la ciudad de Nínive, como lo hizo Juan Bautista, como lo pidió Jesús: “Convertíos por que está cerca el Reino de Dios”. Ayuno, es la palabra, que mejor cuadra para recordarnos la necesidad que tiene nuestro mundo de una conversión; como diría el Papa en Brasil, “este mundo se ha pasado de rosca, por el cambio de los auténticos valores por otros basados en una filosofía del tener, de la avaricia, la codicia y la comodidad que lleva consigo a la indiferencia y la marginación.
¿Qué Ayuno hacer en esta cuaresma? Si Cristo, como dice S. Pablo y nos recuerda el Papa en esta cuaresma, “Jesús se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza”, este es el ayuno que agrada a Dios, no un ayuno en tono negativo sino en tono positivo, practicando la caridad,
1. Si quieres dar tu tiempo al prójimo, ayuna de tu tiempo de ocio y recreación, tu tiempo qu ededicas al internet o a la televisión, y da tu tiempo a visitar a tus vecinos o a los enfermos; se misionero que sale de sí mismo para llevar el mensaje de vida a los demás.
2. Si quieres compartir tu riqueza con el pobre y necesitado, ayuna comiendo con austeridad, viviendo con austeridad, vistiendo con austeridad, y da tu dinero que sirva para los pobres que no tienen, no para enriquecer a los que ya tienen; quita de tu vida todo gasto superfluo o lo que haces para que te vean.
3. Si quieres agradar a Dios con tu ayuno y que purifique tu vida, busca el sacrificio por amor a Dios y al prójimo, ayuna de tus vicios, no busques el placer, no busques el tener, no busques el poder, ayuna de mentira y engaños, de chismes y criticas; practica la caridad con paciencia y humildad. En todo ayuno practica la caridad, este es el ayuno que agrada a Dios.

Haz la prueba y lo comprobarás.

Feliz cuaresma y pascua para todos.
+ Mons. Rafael Cob García


SANTAS MISIONES POPULARES EN EL VAP
Recordando las palabras que el Papa Francisco invitaba a todos los católicos en su inicio del pontificado: Caminar, Edificar y Confesar, queremos añadir para nuestro proyecto pastoral de las Santas Misiones Populares, cuyo objetivo es llegar a ser discípulos misioneros de Jesús, los siguientes pasos:
1. Caminemos unidos con Alegría, la que posee y viene de dentro de aquel que vive del espíritu y no del mundo.
2. Construir juntos con Sabiduría, la que nos da la palabra de Dios, no con los criterios mundanos, sino con los del espíritu.
3. Confesar nuestra fe en comunidad con Valentía. Nuestro mundo y nuestra Iglesia necesitan testigos y profetas que den razón de su fe. Hoy nos dan una nueva oportunidad para demostrarlo en esta Cuaresma, no dejes de hacer el bien por el miedo al qué dirán.

Que Dios les bendiga y la Virgen María les acompañe.
ORACIÓN

Jesús, un año más me invitas a recorrer el camino hacia la Pascua
Soy consciente de que tal vez me encuentres con las mismas dudas e inquietudes del año pasado.
Jesús perdóname, porque muchas veces pretendo orar y siempre encuentro mil de escusas.
Sin embargo, tú, Jesús, siempre estas allí a mi lado; sale a mi encuentro cuando estoy decaído y por eso quiero recuperar las ganas de estar junto a ti.

Jesús, cuando caminas cansado y agotado me haces ver que la vida es maravillosa, porque igual que tu, cuando uno se ofrece para llevar la felicidad a los demás, a los enfermos, a los despreciados a los que nadie quiere; se da cuenta que a tu lado la vida tiene otro sentido por eso Jesús ayúdame a seguirte y hacer lo que tú hiciste.

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