sábado, 21 de septiembre de 2013

PROFESIÓN SOLEMNE DE HNA. CLARISA GUADALUPE


PROFESIÓN SOLEMNE DE HNA. CLARISA GUADALUPE

 


Puyo, 21 septiembre 2013.
Como Clara y Francisco, pureza y pobreza para vivir como Cristo

Hace 5 años cuando la Iglesia del Ecuador acababa de celebrar el Congreso Americano Misionero CAM, en el 2008, donde se realizaba el lanzamiento de la Misión Continental que Aparecida pedía a toda América, de ser discípulos misioneros de Jesús en misión permanente, en este marco misionero llegaban las primeras hermanas clarisas a nuestro Vicariato procedentes del monasterio de la Paz para iniciar la nueva fundación, agradecíamos a la madre Angélica abadesa que con espíritu emprendedor generoso y valiente, acogió nuestra invitación siendo la 4ª fundación que realiza este monasterio e iniciando la vida contemplativa en nuestra Iglesia de Puyo.
Como nos decía Juan Pablo II y Aparecida recogía “en un mundo que va perdiendo el sentido de lo divino, ante la supervaloración de lo material, ustedes desde los claustros, comprometidas a ser testigos de unos valores por los que viven, sean testigos del Señor para el mundo de hoy, infundan con su oración un nuevo soplo de vida en la Iglesia y en el hombre actual” (Aparecida nº.22).
El sueño se hizo realidad porque los caminos y proyectos de Dios tienen su día y su hora para cumplirse y ese día llegó y se cumplió, hoy contamos con un monasterio en la ciudad de Puyo y la próxima Navidad tendremos la bendición de la capilla de este monasterio, todo ello es motivo para agradecer a Dios y a las hermanas clarisas.
Hoy la profesión religiosa de nuestra hermana Guadalupe, es ese signo que pide la Iglesia a la vida contemplativa, que como testigo del Señor, grita al mundo la verdad, de que hay otros valores por los que vivir y que llenan la vida de las personas y dan una felicidad más plena que los valores que ofrece el mundo.
S. Pablo en la carta que escribe a los corintios, les muestra como la vida del célibe es una gracia y gran bien, que buscando contentar al Señor y preocupándose de las cosas de Dios, se consagra a él en cuerpo y alma, induciéndole a esta noble tarea del trato con Dios sin las preocupaciones del mundo.
Propio del célibe y del consagrado es buscar agradar solo a Dios y no a otra persona en su vida, buscar solo las cosas de Dios y no las cosas y afanes del mundo, teniendo a Cristo como único esposo y la pobreza como única herencia, renunciando a la propia voluntad para cumplir la voluntad de Dios, es vivir los consejos evangélicos que Jesús vivió y propone en su evangelio, la vida de castidad, de pobreza y obediencia. Como lo hizo Sta. Clara y S. Francisco.

Todo nos habla de un lenguaje diferente del lenguaje de la sociedad en que vivimos, el Papa Francisco nos invita a los cristianos a despojarnos de la mundanidad, revestirnos de los valores del reino de Jesús y salir a sembrarlos llevando el evangelio a los más pobres.
Renunciar al matrimonio por amor a Dios pocos lo entienden, ver en la vida consagrada el desposorio con Cristo y saber que su amor divino en el espíritu es más fuerte y más pleno que el amor humano pocos lo comprenden, solo aquellos que lo viven lo experimenta y puede dar testimonio de la felicidad que en ello encuentran.
Vivir sin el deseo de riquezas y afanes de dinero, es impensable para un corazón de una sociedad materialista y codiciosa como la de nuestro mundo de hoy, donde el bombardeo de tener y consumir es como una espiral que nunca se sacia.
Clara y Francisco habían vivido en sus casas en un ambiente de riqueza y ostentación, como el padre de Francisco, muchos padres quisieran ver a sus hijos nadando en abundancia de dinero que no les falte de nada, con sus negocios mundanos y buenas posiciones sociales, casados con esposa o esposo de la nobleza del mundo, de familia pudiente, dándoles nietos y renombre a la estirpe.
Francisco y Clara tenían sobre la mesa una oferta muy atrayente, pero que no llenaba su corazón, más bien insatisfecho y vacío, hastiados de aquel ambiente en que les toco vivir.
Como muchos jóvenes hoy, angustiados, aburridos están cansados de la vida prematuramente, no saben qué hacer con ella, o les puede el torbellino de pasiones no encauzadas, de buscar sensaciones extremas, en un mundo hedonista y sensual, que les deja adormilados en el sopor de la droga o del alcohol y les vacían de ideales para luchar y vencer.

Francisco y Clara tuvieron la valentía de romper el círculo buscar la verdadera alegría y el gozo del servicio y salir a buscar a los más pobres de Asís, donde encontraron a ese Cristo pobre que les dio la gran riqueza de su amor y la libertad que llenó su corazón.

Entendieron las palabras de Pablo que la presencia de este mundo termina y es pasajera no merece la pena entretenerse en el camino con los halagos, alabanzas humanas, que no vale amar con un corazón que este dividido para amar a dos amos, sino indiviso para amar a Dios con todo el ser. Entendieron que hay más alegría en dar que en recibir y que no se necesitan riquezas para ser feliz y si vivir la pobreza para agradar a su amado, que cada día le sale al encuentro en el silencio de la oración y el sacrificio para sentir como su espíritu le colma de gozo y de paz en su alma.
Guadalupe hoy haces tu profesión solemne en el carisma de la vida contemplativa que Clara y Francisco te han enseñado, para decir como la Virgen María: Aquí estoy para cumplir tu voluntad, hágase en mí según tu palabra .
Has tomado la lámpara en tu mano, y con tu lámpara encendida y llena del aceite de su gracia como virgen prudente, has escuchado la voz “¡Que llega el esposo salid a recibirlo¡ para entrar al banquete de bodas que Dios nos prepara.
Hemos de felicitarte por haber llegado hasta aquí en el camino del seguimiento de Jesús, tu esposo al que has debido conocer y prometes seguir, él que te ha mostrado su amor y lo que de verdad le agrada. Hoy con tu si generoso de identificarte con su amor que desde la cruz y coronado de espinas salva al mundo, obedece al Padre Dios y despojado de toda riqueza, clavado en la cruz, nos invita a vivir la pobreza frente a la opulencia de un mundo indiferente ante la injusticia de los que sufren la miseria y marginación. Nos invita a desnudarnos de la frivolidad de este mundo y a orar por todos los hombres y mujeres, por la paz de esta tierra y por la unidad de su Iglesia.
Que él te de la gracia de ser su fiel esposa y la Virgen María que desde la cruz Jesús nos la dio como madre, sea tu protección y compañía. Que Dios te bendiga y bendiga a este monasterio de Hnas. Clarisas Ntra. Sra. del Rosario, con nuevas vocaciones contemplativas.
R.Cob

 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario