“EN DIOS PONGO MI ESPERANZA Y CONFÍO EN SU PALABRA.”
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21 de septiembre 2013.
Queridos misioneros y fieles laicos del VAP.
Ha empezado un nuevo curso pastoral y recordando el trabajo que en la Asamblea General hicimos, tanto en la parte evaluativa como en la formativa y de programación, fue un gran esfuerzo de todos, para una vez más capacitarnos en saber utilizar los medios de comunicación al servicio de la evangelización que fue el tema central de nuestra capacitación.
Que importante es saber comunicar bien el mensaje a los demás, todos somos emisores y receptores del mensaje. Es por ello que en este curso entre tantas ideas que podemos encontrarnos en nuestro caminar del trabajo pastoral, pongamos inca-pie, en saber que nuestra Iglesia para ser eficaz en su evangelización, debe saber utilizar bien los medios de comunicación.
Muchísimos problemas tienen su raíz en la mala comunicación, las distintas maneras de comunicarse: directa o indirectamente, formal o informal, ascendente o descendente, afectan en la trasmisión de lo que comunicamos, el cómo lo comunicamos, afecta a cómo nos relacionamos.
Nos decían que la comunicación no es una ciencia sino un oficio, ¿Cómo trasmitir el mensaje?
La nueva evangelización que pretendemos hacer como Iglesia entre la nueva época que ha comenzado nuestra sociedad, tiene una importancia vital saber utilizar al servicio de la Iglesia, los medios de comunicación, evangelizando con creatividad y astucia, anunciando y denunciando con convencimiento y verdad.
Juan Pablo II preguntaba: ¿estamos siendo la Iglesia que debemos ser?
Debemos comenzar desde el ser no desde el hacer, indica el esfuerzo de renovación que la Iglesia está llamada hacer para estar a la altura de los desafíos de hoy.
La nueva evangelización no es una re duplicación de la primera, vivir hoy el anuncio del evangelio implica el coraje de atravesar los nuevos senderos, es principalmente una tarea y desafío espiritual, capacidad de hacer nuestro el presente, como decía Sto. Tomas de Mogrovejo el cristiano debe saber vivir el presente para alcanzar la eternidad, debemos tener el coraje y la fuerza de los primeros cristianos.
Nos recordaban que hay que traducir la esperanza del evangelio en términos practicables, tener la audacia de formular la pregunta acerca de Dios al interno de los problemas ante una sociedad que margina a Dios.
Este año pastoral, continuamos con nuestro Proyecto de las Santas Misiones Populares, es verdad que el trabajo realizado en las parroquias ha sido duro para que nuestros feligreses participaran en la formación, para conocer y poder después comunicar, nadie puede dar lo que no tiene. Hay mucha ignorancia en nuestros cristianos, para poder dar razón de su fe y de su esperanza.
No es menos verdad que nuestros misioneros tuvieron sus horas de desánimo pero también de esperanza y gozo, el Espíritu Santo que sopla y conduce, prendió el fuego iluminador con lo que después de la celebración del primer retiro espiritual, donde vivimos la unidad y comunión de un pentecostés, Nos dejo marcados por el Espíritu misionero de una Iglesia llamada a la misión permanente, y por ello retomar el trabajo con nuevas ilusiones y nuevas fuerzas.
Partimos en ver y analizar la realidad, primero desde las fortalezas que tenemos nosotros mismos, no preguntar qué problemas tenemos sino que fuerzas, desde la fe y la esperanza.
Anunciar desde el Kerigma, celebrar desde la liturgia y servir desde la caridad.
Todos tenemos un sueño, como nos decía Luther King, “yo tengo un sueño” no se puede vivir sin saber soñar, ¿Cómo construir ese sueño?
Con los valores que Jesús nos ha dejado en su palabra,
Desde la lucidez, debemos ser luz siempre, nunca tinieblas, Desde la Sensibilidad, debemos humanizar nuestra sociedad.
Desde la Valentía, donde hay amor no hay temor, con coraje, Si Cristo está con nosotros ¿Quién contra nosotros?
Desde la Creatividad, debemos hacer con el espíritu las cosas nuevas, a vino nuevo odres nuevos.
Desde la esperanza, la esperanza nunca muere, y la fe siempre mantiene la esperanza, todo es posible para el que cree.
Que maría Modelo de fe y madre nos acompañe en este nuevo año pastoral. Como decía S. Bernardo: en el peligro invoca a María
R. Cob.
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sábado, 21 de septiembre de 2013
“EN DIOS PONGO MI ESPERANZA Y CONFÍO EN SU PALABRA”
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