martes, 9 de julio de 2013

VISITA PASTORAL A LA ZONA INDIGENA MONTALVO-BOVERAS

VISITA PASTORAL A LA ZONA INDIGENA MONTALVO-BOVERAS
9-15 julio de 2013

POR LAS MINORIAS INDIGENAS
 

El curso escolar acabó, los niños salieron de la escuela y comenzaron sus vacaciones. Nosotros después de terminar nuestra Asamblea General de misioneros, este año más temprano, nos disponemos hacer la última visita pastoral de este curso y lo haremos en la zona indígena de Boveras- Montalvo. En esta ocasión iré acompañado del P. Rubén Cortell, sacerdote valenciano que ha venido a visitar y conocer nuestro Vicariato. Y también entrará con nosotros la joven Karina López que desea hacer una experiencia misionera en Boveras.
Allá nos esperan las hermanas misioneras y el P. Nicolás. Martha y Salome en Montalvo y Evangelina y Concepción en Boveras.
Una vez más a surcar los aires con la avioneta de Kasurko, contemplando la maravilla de la selva amazónica como mar de floresta por la que alabamos a Dios creador de esta belleza., una hora de vuelo y aterrizamos en Montalvo el P. Nicolás, con la Hna. Concepción habían venido a esperarnos y recoger a la joven Karina, la Hna. Martha también asoma por el camino, cargando nuestra mochila llegamos a la misión allí junto nos refrescamos y hacemos el cronograma de la semana, la primera parte la pasaremos en Montalvo y el viernes el P. Nicolás nos subirá a Boveras.
Después de colocar nuestras cosas salimos a con el P. Rubén a dar una vuelta por el pequeño pueblo visitando el Colegio Bilingüe, Bobonaza, lógicamente los alumnos que quedan en estas fechas son los que están haciendo recuperaciones o exámenes supletorios, conversamos con algunos alumnos y profesores y se nos hace la hora de regresar a casa para almorzar.
Después la consabida siesta, que en esta ocasión se prolongó demasiado, pues se ve que el cansancio acumulado y la falta de sueño se juntó, así que se prolongo por varias horas, estaba despertándome a las 6 de la tarde, como no había nada programado en esta primera tarde, el P. Rubén con las hermanas salieron a visitar a familias.
Yo salí a caminar hasta el rio para ver cómo estaba su cauce había crecido por las lluvias abundantes de estos días, de vuelta veo que en la pared de una casa pone infocentro-internet, entro y efectivamente funciona el internet, sería impensable hace poco tiempo atrás, en medio de la selva comunicarnos por internet, milagro de la comunicación digital abro mi correo, mi Facebook y nuestra página web, y me pongo a enviar mis mensajes a los amigos y familiares diciéndoles que el viaje había sido muy bueno y nos encontrábamos muy bien, agradeciendo a Dios este milagro de la comunicación de no solo comunicar sonidos por la radio sino las palabras que escribimos o la imagen, si aquellos primeros misioneros levantaran la cabeza, no se pudieron imaginar. Me di cuenta de que estamos en otra época revolucionaria como dice Aparecida.
Todo ello iba en consonancia con el tema de formación que en la Asamblea habíamos tratado,” los medios de comunicación al servicio de la evangelización”
Había llegado la noche y encendieron las luces del pueblo con una planta a diésel que por tres horas, hasta las 9.p.m permanecería encendidas hasta irnos a dormir después de la cena tendríamos tiempo para una buena sobremesa en que las hermanas nos hablan de la realidad de la gente y especial de los jóvenes que es bastante dura y negra, desorientados y metidos en el alcohol o droga, niños que pasan hambre y abandonados por sus padres, los jóvenes no tienen futuro, cuando salen a la ciudad les atrapa la delincuencia y los vicios y se les pega todo lo negativo que allí encuentran de una cultura ajena a la suya. El colegio que aquí tienen les ofrece una educación muy mediocre, de cerca de 100 estudiantes solo tres lograrán graduarse, los que pueden salen fuera a estudiar., por ser cabecera parroquial cuentan con los servicios básicos de salud con el subcentro y otros servicios, la parroquia no ha crecido en estos años, Montalvo, es un pequeño grupo de familias mestizas y alguna indígenas, solo es punto de referencia por estar enclavado aquí el Batallón de selva 49 con más de 200 soldados y en perspectiva de aumentar y fortalecer dicho batallón.
Al día siguiente, después de compartir nuestra oración de laudes a las 7 de la mañana, desayunaremos e iremos a visitar la comunidad indígena de Playas del Bobonaza, nos ponemos las botas para el lodo y puestos en camino nos tocara hacer equilibrios en los palos que hacen de puente, al llegar a la comunidad lo primero que visitamos es la capilla, donde divisamos que ha puesto una campana sostenida por dos largos troncos de Chonta (palmeras) que pusieron los jóvenes misioneros que les habían visitado en Semana Santa.
Asoma el joven maestro Clinio quien nos dicen que la comunidad está reunida en la casa de la presidenta de la comunidad Adelfa, porque estaban repartiendo herramientas que el Gobierno Municipal les traía para el fortalecimiento del trabajo comunitario de las “mingas “machetes para las mujer, hachas y picos para los hombres.
Saludamos a la gente y les comprometemos para la celebración que tendrán el sábado, nos regresamos a Montalvo donde en la tarde tendremos la Santa misa con el pueblo, es jueves fiesta de S. Benito, el obispo en la homilía después de agradecer su presencia les recuerda que S. Benito fue un gran monje que escribió la regla para la vida contemplativa en la Iglesia y que tanto bien ha hecho, y, luego les anima a crecer en la fe siendo responsables como papas de la educación de sus hijos y a vivir unidos a Dios para vencer el mal. Al final de la misa muchos pidieron la confesión, así terminábamos nuestro encuentro con la comunidad.
La cocina esperaba para preparar la cena que en esta noche seria el obispo el cocinero, como se había comprometido, hacer la tortilla de papa a la española, y en poco tiempo estaba la rica tortilla de chuparse los dedos y descansar en pacifica noche.
Al día siguiente después de la oración matinal y del desayuno, evaluábamos el trabajo pastoral con las hermanas quien se lamentaban que por órdenes de sus superioras, terminaría su presencia misionera en Montalvo por falta de personal en su congragación. Agradecíamos a Dios por todo su trabajo pastoral realizado, y lamentábamos que las minorías una vez más quedaban en desventaja frente a las mayorías.
Difícil de valorar por la gente el trabajo de los misioneros en estas poblaciones minoritarias, que en medio de sus dramas y sufrimientos no tienen con quien compartir sus problemas y penas sino con los misioneros, a ellos acuden para todo, pedir un consejo, ser socorridos en tantas necesidades materiales y espirituales, necesitan ser escuchados, y solo sentirse acompañados por el misionero o la misionera es la mejor evangelización que tanto bien les hace y que uno mismo no alcanza a valorar en su justo medio.


 
 

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