jueves, 12 de julio de 2012

TOMA DE POSESIÓN DEL P SERVILIO COMO PÁRROCO DE LA CATEDRAL.


12 de julio 2012

Querido P. Servilio, familiares hermanos sacerdotes y fieles de la parroquia de la catedral. En este jueves sacerdotal estamos dando posesión al nuevo párroco de esta parroquia La Catedral. Un acto de singular importancia que van marcando los distintos pasos de la historia de esta parroquia.
Como en toda institución también en la Iglesia siempre hay momentos de renovación donde las personas que conformamos y pertenecemos a esa Institución, somos pasajeros y peregrinos, como condición y característica de la dimensión del misionero que con un corazón generosos sale de su tierra y de su casa y va donde la Iglesia más le necesita, y con una disponibilidad manifestada en la obediencia camina por el sendero de la virtud al estilo de Jesús. El sacerdote por su identidad y vocación debe vivir en comunión con Cristo que le llamó y con la Iglesia a quien ama como esposa y en comunión con sus autoridades que la representan y ante las cuales el día de su consagración sacerdotal asume los compromisos de fidelidad, castidad y obediencia. La Iglesia de Jesús es apostólica fundada en los apóstoles, cuyos sucesores son los obispos, los que recibieron el encargo del Señor de ser los que presidieran en nombre de Dios la ley y fueran los pastores, maestros de doctrina y sacerdotes del culto así como ministros del gobierno (L.G.20). Por ello la unión de mente y de corazón con los legítimos pastores es el secreto de la fecundidad apostólica que busca formar comunidad y inequívoca señal de la autentica evangelización. (EN.60). La imagen del párroco desde una postura reduccionista se le puede ver como un funcionario de lo sagrado o administrador de los sacramentos, otros pueden verle como pastor y evangelizador que privilegia el sentido de servicio, otras formas incompletas como animador de obras sociales o promotor de obras materiales, líder o jefe de la comunidad y su animador espiritual, administrador de varias cosas, ante todo será el hombre de la fe y testigo de ella, consejero y formador de las conciencias, el que tiene la cura de almas. Hoy queremos agradecer a Dios la vida de nuestros sacerdotes que saben construir comunidad a quien forman y animan y acompañan en la vida espiritual, los que no se apegan ni a lugares ni a personas, sino que tienen su corazón centrado en el solo de Dios que llena con su amor toda su vida, con un corazón misionero abierto para todos, un corazón de padre como el que nos presenta hoy el profeta Oseas, enseñan a caminar con esa ternura de una madre, tratando a sus feligreses como un papá que ama a su hijo a pesar de las incomprensiones en la dura tarea de educar y apacentar el rebaño confiado y también las criticas que reciben en ocasiones como ya Jesús les anunció a sus discípulos y como hemos escuchado hoy en el evangelio. Sabemos que en la persona humana no hay progreso sin sacrificio y que seguir a Jesús y ser su discípulo es también abrazar la cruz de cada día.
Queremos en este día agradecer al párroco saliente P. Roberto Sánchez que ha estado a cargo de esta parroquia de la catedral durante seis años, en los que ha entregado su vida con generosidad dando testimonio de madurez sacerdotal, de humildad y constancia, de su capacidad organizativa y creativa en el funcionamiento de las distintas pastorales que lleva el trabajo de una parroquia, de su trabajo como asesor de la Pastoral familiar durante este largo tiempo de su sacerdocio, gracias por su disponibilidad y ejemplo, y esperamos que así seguirá trabajando en la nueva parroquia donde será destinado.
Igualmente hoy queremos también agradecer al nuevo párroco P. Servilio, por su testimonio de sacerdote espiritual, fiel y disponible en los distintos cargos donde se ha desempeñado en las distintas parroquias, jovial, alegre y cercano, preocupado por sus ovejas y en comunión fiel con la Iglesia, con una entrega generosa especialmente en la pastoral vocacional, comienza una nueva etapa para él y espera que todos los feligreses de esta parroquia le acojan como a su padre y pastor.
Verdaderamente tener sacerdotes como ellos facilita el crecimiento de nuestra Iglesia y el fortalecimiento de nuestras parroquias. Pedimos a la Virgen del Rosario de Pompeya, patrona de esta catedral y del Vicariato de Puyo que como buena madre le acompañe y proteja en el caminar diario de la labor pastoral. A todos nos compromete este acontecimiento de rezar por nuestros sacerdotes y párrocos para que sean fieles a su sacerdocio y pueda cumplir la misión que la Iglesia les confía y que el pueblo espera.

R.C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario